Explorando los Mejores 6 Cafés del Mundo

Explorando los Mejores 6 Cafés del Mundo

Café A Brasileira (Lisboa, Portugal):

Ubicado en el Barrio Alto de Lisboa, Café A Brasileira es un café icónico que ha preservado la cultura del café durante casi 120 años. Fundado en 1905 por Adriano Telles, un inmigrante portugués en Brasil, cautiva con paredes cubiertas de espejos y una refinada decoración. Telles buscaba introducir a los portugueses en la calidad del café brasileño, permitiendo a los clientes degustarlo de forma gratuita. Con el tiempo, se convirtió en un punto de encuentro para intelectuales y revolucionarios, incluido el escritor Fernando Pessoa. A Brasileira sigue siendo un establecimiento icónico en Lisboa con su lujosa fachada diseñada por el arquitecto Manuel Norte Júnior.

Café de Tacuba (Ciudad de México, México):

Situtado en el centro histórico de la Ciudad de México, Café de Tacuba destaca por su menú centrado en la tradicional cocina local y su decoración que evoca el México del siglo XX. Fundado en 1912, cuenta con más de un siglo de historia como parte integral de la identidad de la capital mexicana. La casona que lo alberga tiene una historia que se remonta al siglo XVII, y el café ha sido testigo de eventos históricos y sociales, como la boda de Diego Rivera y Guadalupe Marín en 1922. También fue frecuentado por personalidades destacadas como el presidente Porfirio Díaz y el compositor Agustín Lara. A pesar de un incendio en 1999 que casi lo destruye completo, el Café de Tacuba sigue siendo un tesoro cultural y gastronómico que atrae por su autenticidad y sabores tradicionales.

Vesuvio Café (San Francisco, Estados Unidos):

Desde 1948, Vesuvio Café en el pintoresco barrio de North Beach en San Francisco ha sido el icónico punto de encuentro de la Generación Beat. Cargado de jazz, poesía, arte y vida bohemia, atrajo a artistas, escritores y amantes de la cultura de la costa oeste norteamericana. Es famoso por ser el lugar donde Neal Cassady hizo una parada en su camino hacia la Six Gallery para una lectura de poesía en 1955. También fue frecuentado por Jack Kerouac y otros poetas beat, convirtiéndose en un destino imprescindible para los admiradores del movimiento. En el Vesuvio Café la atmósfera es más bien retro, pero acogedora, con una decoración ecléctica y obras de escritores famosos en sus paredes.

Sarasa Café (Kioto, Japón):

El café Sarasa Nishijin está ubicado en un antiguo sento, que formó parte de una política de baños públicos que se remonta al Siglo XVI y fueron un boom después de la Segunda Guerra Mundial, cuando muchos hogares no tenían bañera. El café abrió en el año 2000, dos años después del cierre de la casa de baños original de Fujinomori Onsen. La arquitectura típica japonesa de su fachada contrasta con la particularidad de su interior decorado con coloridos azulejos de mayólica que cubren sus paredes y el baño. El café logra conservar el espíritu del establecimiento original que lo precedió, aunque su público haya mutado a jóvenes y lugareños que aprovechan sus sofás para apoltronarse. Un sitio especial para relajarse, leer, tomar café y probar pastelería típica de Japón.

Café Brasilero (Montevideo, Uruguay):

El Café Brasilero, en la Ciudad Vieja de Montevideo, es un verdadero tesoro cultural rioplatense. El bar es el más antiguo, en funcionamiento, de la ciudad. Fundado en 1877, su encantadora decoración es un pasaje directo a épocas pasadas y sus paredes están adornadas con cuadros y fotografías de personalidades que han pasado por allí. A lo largo de su historia, fue un punto de encuentro para la intelectualidad y la bohemia uruguaya. Después de haber sido restaurado en 1982, el café continuó con su misión de ofrecer el mejor café y fomentar el ambiente cultural, con actividades como música en vivo, charlas y lecturas de poesía. Su carta incluye una selección de gastronomía moderna y exquisitos cafés, entre los que destaca el “Eduardo Galeano”, en honor al escritor que pasaba sus tardes en este viejo salón.

Confitería La Ideal (Buenos Aires, Argentina):

La emblemática confitería porteña La Ideal reabrió sus puertas en noviembre del 2022 después de permanecer durante seis años cerrada. Fue una excelente noticia no sólo para el patrimonio porteño, sino también para la historia cultural de la Ciudad de Buenos Aires. Antes de convertirse en una confitería, en el edificio de La Ideal funcionaba un conventillo. Fue el inmigrante español Manuel Rosendo Fernández quien decidió darle nuevos aires y transformarla en un verdadero ícono de la belle époque del microcentro porteño. Desde entonces pasó por diversas etapas: fue un salón de tango, el sitio de reunión de la alta alcurnia y un lugar de encuentro para artistas y bohemios.



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