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13 Feb Aprende cómo Cuidar Correctamente tu Cocina
Evita Estropajos y Agentes Abrasivos: Nunca utilices estropajos ni agentes abrasivos. Aunque puedan parecer tentadores para limpiar de forma rápida y profunda, pueden dañar y deteriorar tus superficies de cocina. Evita el uso de lejía, disolventes, alcoholes, aguarrás, acetona, detergentes fuertes, amoníaco, etc. Y si, por alguna razón, necesitas usar productos abrasivos o tóxicos, sigue al pie de la letra las instrucciones y recomendaciones de los fabricantes y utiliza toda la protección necesaria.
Paño Húmedo, tu Mejor Aliado: Para eliminar manchas en la cocina, basta con pasar un paño húmedo con agua y detergente neutro, y luego secar con papel de cocina para no dejar huellas. Con esta fórmula simple, lograrás mantener la higiene de tu cocina sin dañar los muebles y sin dejar restos de productos tóxicos en superficies donde luego colocarás alimentos.
Cuidado con el Calor: Evita Aparatos que lo Potencien: Una cocina ya tiene suficiente calor con la placa, el horno, el microondas y las cacerolas recién calentadas. Por ello, no utilices aparatos de limpieza con vapor y protege los muebles altos evitando colocar electrodomésticos que emitan un calor excesivo, como las cafeteras.
Nunca Deposites Recipientes Calientes Directamente en la Encimera: Sabemos que es fácil colocar las cacerolas y sartenes recién retiradas de la placa o el horno sobre la encimera, pero ese contraste de temperaturas no beneficia a esa superficie. Siempre que puedas, utiliza soportes que eviten que el calor se transfiera a la encimera.
Espera 20 Minutos Antes de Abrir tu Lavavajillas: No abras la puerta del lavavajillas hasta pasados 20 minutos desde la finalización del ciclo de lavado. Si lo haces justo al terminar el lavado, todo el vapor y el calor del lavavajillas golpearán bruscamente a los muebles cercanos, minando su durabilidad. Es preferible esperar unos minutos a que ese calor disminuya y, entonces, abrir el lavavajillas.
Utiliza la Campana Extractora: Úsala siempre que cocines para evitar que los residuos grasos se depositen sobre los muebles. Y, además, no olvides mantener los filtros limpios y cambiarlos cuando sea necesario.
Reparte el Peso en tus Muebles: Los muebles soportan mucha carga, pero a veces esta es excesiva y terminan cediendo o deformándose. Para evitarlo, es recomendable repartir la carga uniformemente por toda la superficie del mueble y no exceder la carga máxima señalada por el fabricante.
Para el Peso, Utiliza los Cajones Inferiores: Para almacenar vajilla, cacerolas, sartenes y elementos pesados, es preferible utilizar los muebles y cajones inferiores, reservando los cajones más altos para elementos más ligeros. La razón es sencilla: los muebles bajos tienen más resistencia porque están apoyados en el suelo, mientras que los altos cuelgan de la pared y tienen menos capacidad para soportar peso. Tenlo en cuenta.
Protege tus Muebles de la Luz: Disponer de luz natural en la cocina es una bendición, pero también hay que tomar ciertas precauciones. Por ello, si es posible, protege los muebles de la luz solar, ya que puede deteriorar o alterar sus colores. Unas cortinas o estores pueden ser muy útiles para este fin.