
14 Ene 5 Consejos para Recalentar Alimentos Cocinados Fácilmente
Sopas y Caldos:
Para recalentar sopas y caldos, es mejor hervir a fuego directo con una cantidad mínima de agua para evitar que se reduzcan o se concentren demasiado. El horno de microondas puede calentar de manera desigual y comprometer la textura y el sabor de la sopa.
Si encuentras que la sopa está demasiado espesa o seca, añade un puré de jitomate con un poco de cebolla y ajo, sazona al gusto y deja que todo hierva junto para reintegrar los sabores.
Arroz:
La forma más efectiva de recalentar arroz es al baño María. Coloca una olla con agua a fuego medio y un colador de metal con el arroz encima. El vapor generado calentará el arroz de manera uniforme.
Alternativamente, puedes usar el microondas; transfiere el arroz a un recipiente diferente del original, añade un poco de agua para evitar que se reseque, tapa el recipiente y calienta a potencia alta durante 1 minuto. Revuelve y repite el proceso hasta que esté completamente caliente.
Pizza:
Para mantener la textura crujiente de la pizza, evita el microondas ya que puede hacer que la masa se humedezca. En su lugar, caliéntala en una sartén a fuego lento, tapada, para que el calor se distribuya uniformemente.
También puedes usar un horno tostador; calienta la pizza durante 5 minutos para lograr una base crujiente y un queso perfectamente derretido.
Pastas:
Recalienta las pastas en el microondas, pero asegúrate de transferirlas a un recipiente diferente al original para evitar que se apelmacen. Añade un poco de leche o mantequilla para devolver la cremosidad y evitar que se resequen.
Calienta a potencia alta durante 5 minutos, revuelve y continúa calentando en intervalos de 3 minutos hasta alcanzar la temperatura deseada.
Pollo Asado, Rostizado o Frito:
El pollo asado, rostizado o frito puede perder su sabor y textura al recalentarse. Si decides hacerlo, el microondas puede ser una opción; coloca el pollo en un plato de cerámica, añade un cuarto de taza de agua para mantener la humedad, cubre con una tapa apta para horno y calienta durante 3 minutos.
Verifica que esté bien calentado y no se haya reseco. Otra opción es calentar en una sartén a fuego lento con un chorrito de aceite de oliva, o en una cacerola con un poco de agua y tapado para generar vapor y calentar de manera uniforme.